Mujeres "reales"

["Expedientes H" es una sección del programa La Plaza en Llamas]

Hace unos días me encontré en Facebook con un “Manifiesto por las mujeres reales” que un amigo había compartido en su muro. Se veía la siguiente foto:

Imagen que acompañaba al manifesto por las «mujeres reales».

Y, en el post enlazado, aparecía el siguiente texto:

Somos mujeres reales y nos gusta, por eso nos unimos a este manifiesto.

  • Porque no existe un único modelo de mujer. Todas somos, por suerte, diferentes.
  • Porque la belleza real tiene mil caras.
  • Porque no importa que vistamos una 38, una 40 o una 44… ¡Lo que importa es que sepamos dar la talla!
  • Porque si la arruga es bella en la ropa, ¿por qué no en la piel?
  • Porque nos valoramos por lo que somos y lo que hacemos. Y hacemos mucho como amas de casa, médicas, estudiantes o ministras.
  • Porque nos gusta la moda y lo que más se lleva es ser una misma. Queremos disfrutar y ser felices como somos.

Si tú también eres una mujer real, únete y comparte.

Los comentarios en el post compartido de mi amigo eran fundamentalmente positivos y él mismo decía “mujeres reales YA… tanto fotochó, tanto fotochó”. Bien, pues aunque el texto dice aparentemente cosas muy sensatas, no pasemos por alto la elección de ciertas expresiones de exigencia, como “dar la talla”, la elección de ocupaciones que nos definen (o ama de casa o gente con estudios: “somos nuestro trabajo/ocupación”), o la contradicción al afirmar que “nos gusta la moda” (externo/impuesto) y al mismo tiempo “ser una misma”.

Claro que este manifiesto es un alegato contra el uso extremo de herramientas de retoque fotográfico que crean imágenes de mujeres imposibles. Si no habéis visto este vídeo: Modelo es cambiada en Photoshop para campaña publicitaria, os lo recomiendo porque veréis en qué grado estamos continuamente rodeados por estereotipos irreales que FÍSICAMENTE resulta imposible imitar por mucho que lo intentemos: se agranda el tamaño de los ojos, se eliminan los poros de la piel, se estiran cuello, talle, piernas… En fin, tener referentes estéticos que están más cerca de un dibujo no realista que de una persona de carne y hueso resulta muy dañino.

Sin embargo, lo que más me preocupa es la propia foto hecha, en teoría, por las firmantes de ese manifiesto, las cuales hablan de mujeres “reales”:

  • llevando tacones, que deforman los pies y perjudican ‘realmente’ a la espalda (entre otras cosas),
  • llevando sujetadores de aro, cuyo uso prolongado, acaba destrozando los músculos sobre los que se apoyan,
  • estando depiladas, (¿no creéis que echarse cera caliente para arrancarse el bello sería considerado tortura si no formara parte de nuestra «cultura» de la belleza?),
  • estando maquilladas, muchas veces para convertirnos en un dibujo de nosotras mismas,
  • teniendo el pelo teñido, con el daño que los químicos producen en el cabello.

Claro que pienso que no es malo pintarse un día o llevar tacones para ocasiones especiales. El problema llega cuando SÓLO nos vemos bellas de determinada forma y no tal y como somos. Es terrible que tengamos que añadir todos esos elementos para encajar en los cánones impuestos por una sociedad machista a la que pertenecemos y en la que hemos crecido. Cuando la respuesta es «me gusto más así (maquillada, depilada, etc.)» al menos preguntémosnos por qué y tratemos de hacernos conscientes de lo que realmente nos gusta, por difícil que resulte.

Yo creo que la liberación de la mujer no pasa necesariamente por lucirse con lencería aunque sea sin retoque fotográfico. Igual que los corsés eran una aberración (compresión de las costillas y la cintura hasta medidas imposibles e insanas) y ahora eso lo vemos con facilidad, el sometimiento a elementos cosméticos (maquillaje, depilación o tinte) y artilugios como tacones (terribles para los pies, la espalda y las rodillas) y sujetadores de esas características no ayudan a romper con los clichés.

Ojo a lo que pensamos que no es sexismo, que TODAS sin excepción vivimos en una sociedad machista en la que nos hemos criado. Os puedo asegurar que una mujer de verdad camina sobre el suelo con toda la planta de pie, y no necesita ir ‘de puntillas’ para atender a las exigencias de los demás.

Actualización:

Añado a este post un vídeo de análisis de la imagen de la mujer en la publicidad de Jean Kilbourne en «Killing us softly», donde se explica la peligrosidad de todos esos mensajes que nos llegan a través de la publicidad, cosificando a las mujeres o partes de su cuerpo. Podéis activar el subtitulado pero sólo en inglés, lo siento.

2 comentarios

  1. Incluso me pregunto por qué hay obligación de estar guapas/guapos y por qué cuando se «representa» la belleza siempre se eluden las cuestiones sociales y la situación económica. Y para un libro entero daría el tema de la discapacidad.

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